“Putamente libres”

Mientras unos gritaban: “¡Putamente libres!,” otros comentaban lo que en aquél momento sucedía frente a sus ojos. “!ha! ¿orgullosas de ser putas?” preguntaba un caballero de cuello blanco y corbata a su amigo. “!lo que faltaba!” concluyó el hombre, quien con un gesto a su compañero, le indicó para seguir caminando.

Aquella marcha, una marcha de las putas, era la voz de muchas mujeres y muchos hombres que gritaban su lucha, una lucha que evidentemente resultaba incómoda para quienes las escuchaban, pero que eran verdades a cachetadas denunciando situaciones tales como la brutalidad policial, los feminicidios y la falta de garantía para el respeto de sus derechos . Fueron pocos los asistentes, pero aquellos que se pusieron la camiseta para pedir por una libertad que se hace putamente necesaria, lo vivieron de esta manera:

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